En un entramado legal que ha causado estupor en Venezuela, un joven de clase media, identificado como Andrés Eduardo Gouveia Omobono, ha emergido como el nuevo propietario registral de una finca ganadera en el estado Monagas. La propiedad había sido anteriormente invadida de forma irregular por individuos vinculados al poder, utilizando testaferros para ocultar sus maniobras.