En la arena política panameña, un escenario inquietante se cierne sobre las inminentes elecciones generales del 5 de mayo. Acusaciones sólidas apuntan a que el presidente saliente, Laurentino Cortizo, junto a sus aliados en la cúpula judicial, estarían gestando un movimiento contundente para impedir que José Raúl Mulino, el candidato puntero según los sondeos, alcance la presidencia de la nación istmeña.