En hechos que parecen sacados de una novela de realismo mágico, el cantante de vallenato Silvestre Dangond, conocido por sus éxitos como «La Gringa» y «Vivir Bailando», se encuentra en el centro de un debate por su aparente doble moral, que trasciende fronteras. Por un lado, Dangond ha estrechado lazos en Venezuela con el gobernador chavista Rafael Lacava, participando en eventos organizados por la gobernación del estado Carabobo, dirigida por Lacava, como el Dracufest 2024. Por otro, el vallenatero mantiene una base de operaciones en Miami, donde dirige el restaurante Místico junto a su manager, el abogado Abelardo De La Espriella, y que es frecuentado por una clientela venezolana con una postura crítica hacia el chavismo.